Siempre había pensado que la labor de quienes laboran en la PROFECO más que defender al consumidor era darle largas en sus trámites, beneficiando en última instancia a los proveedores de bienes y servicios y no a un cliente quejoso, que cansado de hacer filas, enfrentarse a trámites burocráticos y a la necesidad de presentar una y mil pruebas -a veces ridículas- terminaba por irse a su casa sin que nadie le hubiese resuelto su problema.
Lo anterior producto de comentarios que he escuchado decenas de veces de consumidores frustrados que acudieron a la dependencia y nunca recibieron el trato deseado.
Y aunque todavía no sé de un consumidor que haya recibido respuesta satisfactoria a su queja hoy me sorprendió ver un letrero en conocida farmacia de cadena nacional, en el que se advierte a los consumidores que dicho establecimiento se encuentra en proceso de auditoría por haber incurrido en violaciones a la Ley de Protección al Consumidor mexicana.
Y aunque en lo personal no tengo nada en contra de dicha farmacia, ver el letrero en verde limón fosforescente, cuando menos me habla de una PROFECO que está tratando de hacer bien su trabajo.
Ojalá que él o los consumidores que presentaron su queja ante esta dependencia vean solucionado su problema de manera satisfactoria, pues lo que todos queremos hoy en día es empresas que se preocupen verdaderamente por el consumidor y no empresas que abusen de los clientes.
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